One Man's Declaration of the Independence of Cyberspace
By John Perry Barlow
La Declaración de Independencia del Ciberespacio de una persona
por John Perry Barlow
traducido por Eduardo Villanueva Mansilla.
By John Perry Barlow
La Declaración de Independencia del Ciberespacio de una persona
por John Perry Barlow
traducido por Eduardo Villanueva Mansilla.
Gobiernos del Mundo Industrial, ustedes gastados gigantes de carne y acero, Yo vengo del Ciberespacio, el nuevo hogar de la Mente. Representando el futuro, les pido a ustedes del pasado que nos dejen en paz. No son bienvenidos entre nosotros. No tiene soberanía en donde nos reunimos.
Los gobiernos derivan sus justos poderes del consentimiento de los gobernados. No nos lo han pedido ni se lo hemos dado. No los invitamos. Ustedes no vienen del Ciberespacio, el nuevo hogar de la Mente.
No tenemos gobierno elegido, y probablemente no lo tengamos, por lo que me dirijo a ustedes apenas con la autoridad con la que la libertad misma siempre usa. Declaro que el espacio social global que estamos construyendo es naturalmente independiente de las tiranías que buscan imponernos. No tienen derecho moral de gobernarnos ni poseen métodos de imposición que tengamos realmente que temer.
Ustedes no nos conocen, ni conocen nuestro mundo. El Ciberespacio no yace en sus fronteras. No piensen que las pueden construir, como si fuesemos un proyecto público de construcción: No lo pueden hacer. Es como un acto de la naturaleza, y crece por sí mismo a través de nuestras acciones colectivas.
No se han involucrado en nuestra gran conversación colectiva, ni han creado la riqueza de nuestros mercados comunales. No conocen nuestra cultura, nuestra ética o nuestros códigos no escritos que ya proveen a nuestra sociedad más orden que el que podríamos obtener gracias a cualquier de sus imposiciones.
Afirman que hay problemas entre nosotros que necesitan resolver. Usan esta afirmación como excusa para invadir nuestros precintos. Muchos de esos problemas no existen. Donde hay conflictos reales, donde hay conflictos reales, donde hay males, lo identificaremos y los enfrentaremos por nuestros propios medios. Estamos haciendo nuestro propio Contrato Social. Este gobierno aparecerá de acuerdo a las condiciones de nuestro mundo, no del vuestro. Nuestro mundo es diferente.
El Ciberespacio consiste en transacciones, relaciones y pensamientos mismos, arreglados como una ola permanente en nuestra trama de comunicaciones. El nuestro es un mundo que está simultaneamente en todas partes y en ninguna, pero que no está en donde los cuerpos viven.
Estamos creando un mundo en que todos pueden entrar sin privilegios o prejuicios acordados a raza, poder económico, fuerza militar o lugar de nacimiento.
Estamos creando un mundo en que todos pueden entrar sin privilegios o prejuicios acordados a raza, poder económico, fuerza militar o lugar de nacimiento.
Estamos creando un mundo donde cualquiera puede expresar sus creencias, sin importar cuan singulares sean, sin miedo de ser forzados al silencio o la conformidad.
Vuestros conceptos legales de propiedad, expresión, identidad, movimiento y contexto no se aplican a nosotros. Estan basados en la materia. No hay materia aquí.
Nuestras identidades no tienen cuerpos, por lo que a diferencia de ustedes, no podemos lograr orden por medio de la coerción física. Creemos que de la ética, el interés personal ilustrado y nuestra comunidad misma saldrá nuestro gobierno. Nuestras identidades pueden estar distribuidas a lo largo de muchas de sus jurisdicciones. La única ley que nuestras culturas constitutivas reconocen generalmente es la Regla de Oro. Esperamos poder construir nuestras soluciones particulares desde esa base. Pero no podemos aceptar las soluciones que nos intentan imponer.
En los Estados Unidos, ustedes están creando una ley, la Ley de Reforma de las Telecomunicaciones, que repudia su propia constitución e insulta los sueños de Jefferson, Washington, Mill, Madison, de Tocqueville y Brandeis. Estos sueños deben renacer en nosotros.
Están aterrorizados de sus propios niños puesto que son naturales de un mundo en el que siempre serán inmigrantes. Dado que les temen, confían a sus burocracias las responsabilidades de paternidad que cobardemente son incapaces de asumir. En nuestro mundo, todos los sentimientos y todas las expresiones de la humanidad, desde las despreciables hasta las angélicas, son parte de un todo sin costuras, la conversación global de los bits. No podemos separar el aire que asfixia del aire en el que batimos nuestras alas.
Están aterrorizados de sus propios niños puesto que son naturales de un mundo en el que siempre serán inmigrantes. Dado que les temen, confían a sus burocracias las responsabilidades de paternidad que cobardemente son incapaces de asumir. En nuestro mundo, todos los sentimientos y todas las expresiones de la humanidad, desde las despreciables hasta las angélicas, son parte de un todo sin costuras, la conversación global de los bits. No podemos separar el aire que asfixia del aire en el que batimos nuestras alas.
En la China, en Alemania, en Francia, en Rusia, en Singapur, en Italia y en los Estados Unidos, tratan ustedes de impedir el avance del virus de la libertad creando casamatas en las fronteras del Ciberespacio. Estas podrán detener el contagio por un breve lapso, pero no funcionarán en un mundo pronto a estar envuelto en medios cargados de bits.
Sus cada vez más obsoletas industrias de la información se perpetuarán a ellas mismas, proponiendo en los Estados Unidos y por todas partes leyes en las que se reclaman propietarias de la palabra a lo largo y ancho del mundo. Estas leyes declaran que las ideas son otro producto industrial, no más noble que el acero corrugado. En nuestro mundo, lo que la mente humana cree podrá ser reproducido y distribuido infinitamente sin costo. La transmisión global del pensamiento no requiere más de sus fabricas para ser lograda.
Estas medidas cada vez más hostiles y coloniales nos ponen en la misma posición que aquellos anteriores amantes de la libertad y la autodeterminación que tuvieron que rechazar la autoridad de poderes desinformados y distantes. Debemos declarar a nuestros yos virtuales inmunes, a vuestra soberanía, aún cuando puedan continuar su dominio de nuestros cuerpos. Nos dispersaremos por el planeta para que nadie pueda detener nuestros pensamientos.
Crearemos la civilización de la Mente en el Ciberespacio. Que sea más humana y justa que el mundo que vuestros gobiernos ha creado.
8 de febrero de 1996
(Como es lógico, este documento puede ser reproducido, copiado y traducido por quien quiera, cuando quiera, como quiera).
espero les haya gustado.
totó